Alemania es la cuarta economía más poderosa del mundo y se considera motor de la UE. A lo largo de su historia, Alemania solo ha sufrido períodos de crisis son numerosas repercusiones durante la I y II Guerra Mundial.
El sistema económico actual es un modelo mixto, al existir la libertad del mercado junto con la intervención del Estado. Gracias a este sistema, el nivel de paz social es muy elevado y en épocas de crisis la conflictividad laboral es mínima.
Pero Alemania también resultó dañada por la crisis de 2008, estando en una sólida fase de crecimiento. Su Gobierno Federal llevó a cabo medidas similares que otros países (EEUU, Francia y Reino Unido): reordenación de la arquitectura financiera internacional, innovaciones para los mercados del futuro, potentes sectores industriales y terciarios y expansión de la economía cultural.
Alemania dedica el 2,6% de su PIB a investigación y desarrollo. Por eso es líder en el sector de las TIC (entre otros sectores). De esta manera, el sector industrial es un importante cimiento en la economía alemana (37% de su PIB). Algunas grandes empresas que cotizan en el DAX son Siemens, Volksvagen y Allianz. Este sector ofrece el mayor número de plazas de aprendizaje a los jóvenes. Su economía cultural abarca el campo del arte, literatura, cine, música, prensa, publicidad… Están establecidas unas 238.000 empresas de este campo, que dan empleo a casi 1 millón de trabajadores. A parte de ser una importante pieza en la economía nacional, se caracteriza por su acercamiento a una economía moderna. El sector servicios lógicamente está muy desarrollado, ya que cuenta con infraestructuras muy tecnificadas.
Finalmente, estos hechos proporcionan a Alemania un IDH muy elevado y su desempleo en 2010, se situaba en un 6,7%.
En comparación con la economía española, Alemania destaca por sus numerosas exportaciones que la sitúan en el segundo exportador mundial. Las medias adoptadas por España para la salida de la crisis económica de 2008 han resultado poco eficientes, mientras que las establecidas por Alemania han tenido éxito.
Bibliografía:
Opinión personal:
Pienso que la oferta de plazas de aprendizaje por parte de las empresas alemanas a los jóvenes es una medida acertada, al contribuir a reducir en cierta medida el desempleo juvenil y el estructural. Esta situación, influye también a una mejor formación de los trabajadores al abrir las posibilidades a mejores empleos.
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